viernes, 8 de julio de 2016

Nuestra vara de medir: Del taparrabos a la falda remangada.

"Como si supiéramos de algo" es la sección en la que fingiremos. Nosotros fingiremos que sabemos cosas, que entendemos y conocemos, y ustedes fingirán que les importa lo que opinamos. Y así lo que nos dure.
Pues eso, en esta categoría vamos a opinar de lo que nos vaya surgiendo, sean pelis, series, libros, música o cualquier otro formato cultu-ocioso. Haremos una crítica completamente subjetiva y luego puntuaremos en base a una escala un tanto extravagante.
Y a lo que veníamos era a eso, a explicarles la escala que vamos a usar, para que nos puedan seguir el ritmo en sucesivas entradas:

El 0 patatero de toda la vida será el taparrabos. ¿Por qué? Porque nosotras somos modernas, nada de paleolíticas.

El 1 será la falda choni. Esa falda que no cubre ni lo justo, que o asoma rajilla por arriba o cachetes por abajo. Esa falda que aplasta el culo de lo apretada, esa falda por la que sobresale el tanga de "Hola Katy", esa falda de estampado de leopardo fucsia, esa falda que, si transparenta, mejor. Esa, esa es el 1.

El tutú rosa es el 2, porque a nosotras de princesas ya no nos queda nada.

La falda de colegio de monjas equivale al 3. Falda de cuadros en tonos oscuros, azules, verdes, grises, granates, negro. Más larga de lo que favorece a cualquiera. Pero eso sí te digo, el ejercicio de remangar la falda un par de dobleces al salir del colegio suma puntos.

El 4 será la falda de lentejuelas, la de salir de fiesta, la plateada, la inspirada en las bolas de discoteca de los 90.

El 5 estará representado por la falda hippie, hasta los pies. Porque igual de perroflautas sí que tenemos algo.

El 6, la falda vaquera. Falda popular donde las haya. Que lo mismo sirve pa comprar el pan, que pa irte a tomar un café con la vecina. Para todo y para todos.

El 7 será la falda de cuero. Porque de dominatrix sí tenemos bastante.

El 8 tiene que ser la falda de tubo de secretaria sexy de cualquier peli que se precie. Esa falda que cómoda no es, pero a medida que caminas con ella van cayendo regueros de babas a tus pies.

El 9 será nuestra falda de tablas. Porque es corta, pero lo justo para que no se note que somos ordinarias. Porque tiene un aire inocente, pero no ingenuo.

Y el 10, como no podría ser de otra manera, es la falda remangada. Porque no hay gesto más agradable que el de subirse la falda, y porque aquí sabemos cuánto vale un muslo.


Ahora que ya conocen la escala, no se nos perderán en las próximas entradas de "Como si supiéramos de algo". Atentos y preparados. 

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